Table of Contents Table of Contents
Previous Page  13 / 108 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 13 / 108 Next Page
Page Background

EN BOLIVIA

Tres fueron los Comisarios Generales que

en el Nuevo Mundo rigieron los destinos de

las Provincias franciscanas:

1.° Comisario Gl. de Nueva España {1541-

1768).

2.° Comtsario Gl. del Reino Peruano

(1559-1768).

3.°

Comisario Gl. de Nueva Granada

(1587-?).

Este último, que fué constituído en 1587

con la cláusula

«Si lamen Regio lndiarum

Concilio probari contigerit»,

ignórase si algu–

na vez estuvo en vigor. En el reconocimien–

to de las Constituciones Generales de Barce–

lona hechas en Segovia en 1621 no aparecen

sipo el de Nueva España y el del Pe1ú (5).

Ambos Comisarios Generales, colocados

sobre el régimen de las Provincias entre los

Ministros Provincial y General, defendían los

intereses comunes de la Orden en general

ante las Audiencias, Cancillerías y Virreina–

tos, visitaban canónicamente a sus súbditos

y

se preocupaban de la observancia regular, no

de tal o cual Provincia o Convento en parti–

cular, sino de todas las

Provincia~:- , conv~ntos

y personas que la Orden tenía en aquellas

dilatadas regiones.

5. Sobre estos Comisarios Generales de

las Indias Occidentales

y

sobre todos los asun–

tos de lugares y personas del N. Mundo es–

taba en Madrid en la Curia General, radicada

en San Francisco el Grande, un Comisario

General, que las Constituciones Gles. llama–

ban

lndiarum Occidentalium in Curia Catho–

lica

residente, que era el

sustituto obligado

del Ministro

01.

eu todo lo concerniente al

aspecto político-eclesiástico de las Indias Oc–

cidentales en la Orden franciscana.

Juega un papel importantísimo y trascen–

dental en la legislación franciscano-misione–

ra de América este Comisario; creado priva–

damente en 1572 e incorporaL!o a las Consti–

tuciones Gles. de la lmperifll Toledo de 1583,

es, desde esa fecha, el superior único respon–

S3ble ante el Consejo de Indias y la concien–

cia del Rey de todo lo que la Orden francis–

cana significaba y desarrollaba e u las pose–

siones de ultramar españolas.

9

6. Las Misiones, Reducciones o Conver–

siones abiertas por los franciscanos estaban

ordinariamente anejas y atendidas por los

Conventos y Provincias; por lo común, el ra–

dio de acción del misionero franciscano esta–

ba perfectamente deslindado por la cercanía

y avecinamiento de las gentes que estaban

por reducir. Pero cuando los indios se aleja–

ban de los lugares civilizados y como aquel

territorio tan extenso como inexplorado ofre–

cía dificultades insuperables para sujetarlo al

dominio espiritual constante de la labor mi–

sional con el sistema de conversiones ane–

jas a los Conventos, se ideó y puso en prácti–

ca una nueva modalidad misionero-francisca–

na: la creación de Colegios Seminarios Apos–

tólicos de Propaganda Fide.

Separados del régimen de las Provincias,

con naviciado

.Y

coristado peculiares, la única

y exclusiva preocupación de estos Colegios

era acudir donde la necesiaad les llamase: de

ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, de–

trás de los indios, en busca de almas, los Pa–

dres Misioneros se destacaban del Colegio y

fundaban las reducciones muy lejos del país

civi lizado entre montañas

y

riscos, consiguien–

do ruidosas conquistas espirituales.

Con sus Constitucicnes propias {6) tuvie–

ron un éxito fe

1

i

si mo y au

11

no su fi ci ente–

mente conocido debida -a la constancia y te–

nacidad de aquel infatigable Ministro

01.

Fray

José Jiménez Samaniego (7) y aquel ejemplar

misionero que 5e llamó P. Antonio Llinás

(1635-1693), español y mallorquín de pura

cepa, hermano ge-melo de aquel insuperable

apóstol, Bt. Raimundo Lulio, fundador tam–

bién de aquellos otros Colegios de filolog!a

semítica para cristianizar los infieles

(8).

Santa Cruz de Querétaro (1582) es el pri–

mer Colegio de P. F. en tierras americanas,

así como Varatojo (1679) y Ntra. Sra. de los

Angeles de la Hoz (1681) lo son en la Penín–

sula. En Sudamérica actual el primer Colegio

Apostólico de P.

F.

fué

Santa Rosa

de

Oc

o–

pa

(Perú-1751 ), obra, según se desprende de 1

Breve pontificio, del P. José de San Anto–

nio (9).

A los méritos adquiridos en sus correrías

y excursiones apostólicas en el Cerro de ia