por ser más hábil y de mejor natural y por sus perso–
nas valerosas, vinieron a enseñorearse en el dicho pueblo
de Kayaukachi, y de allí tuvo principio el Cusco, y
ellos fueron ensanchando su señorío y acrecentando su
ciudad con policía y buen gobierno; y los que dellos
eran señores y reinaban , tenían todo su estudio y vigi–
lancia en dar a entender a los que les eran súbditos y
a los que querían conquistar, que eran más que hombres,
y
que sabían cosas sobrenaturales,
y
que hablaban con
el Hacedor de todas las cosas, y que tenían más comu–
nicación con él que la demás gente,
y
que eran hijos del
sol. Y esto hacían y persuadían debajo de un género
de religión, y de poner la fuerza de su imperio en
la
observancia del culto y veneración de las cosas que
adoraban,
y
de poner gran vigor
y
estrecheza en sacri–
ficarles y guardar muchas ceremonias, con lo cual se
hacían no sólo obedecer de todos los que conquistaban,
pero les adoraban en vida
y
después de muertos. Y por
ser la gente que sojuzgaban de poca capacidad y bajos
entendimientos, les cuadraba todo aquello
y
lo tenían
y
tienen tan fijo en sus juicios, que no sé si tan presto
se
les podrá h:i.cer creer la burla que es.
41