comarca tenía gran suma de ídolos, wakkas,
willk.as,adoratorios ó mochaderos
(muccha)
constituídos en
diferentes partes, así también tenían en cada provincia
particulares wakkas
y
adoratorios,
y
cada una otra cosa
más particular que adoraba, y cada familia, cuerpos de
difuntos que venerar. Finalmente cada tierra y pro–
vincia tenía mucha diversidad de mochaderos,
y
si ahora
se han deshecho los ídolos, piedras, e instrumentos de
sacrificios
y
otras cosas muchas que tenían para sus
ritos, con todo están en pié los cerros, collados, fuentes,
manantiales, ríos, lagunas, mar, angosturas, peñas. Apa–
chitas, y otras cosas así:, cuya veneración aún dura toda–
vía y es necesario que haya mucha vigilancia para deste–
rrar de sus corazones esta impía veneración. Las wakkas
y adoratorios del Cusco
y
algunas leguas alrededor dél,
son,
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de diversos nombres, y debía de haber otras
más. De todo lo cual mucha parte se ha olvidado: más
con todo no dejará de haber algún rastro
y
en especial
donde hai viejos y viejas,
y
más donde hay principales
y Curacas inclinados a estos ritos.
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