Previous Page  168 / 232 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 168 / 232 Next Page
Page Background

EL SAQUEO DEL CORI-CANCHA

por

HoRACio URTEAGA

(1933)

La plaza del Cusca, la amplia esplanada de Cusi–

pampa, rebosaba de gente. Repuestos los cusqueños de

los estragos de la guerra civil, y de los horrores que

produjeron las represalias del feroz Quisquis, habían

recibido con sorpresa y espanto la noticia de la inva–

sión de los extranjeros. Las acciones de los españoles,

y sus dotes y potencia, se exageraron, a efecto de la

admiración, del miedo o de la esperanza. Estas gentes,

-se decía por algunos- son enviados de Dios; llegan

al Imperio en el preciso momento en que la crisis moral

del Estado y el relajamiento de las leyes tutelares sufren

su más profunda desvalorización, a efecto de agudos

egoísmos y bastardas p asiones.

Conocer a estos extranjeros, que se aproximaban ya

al Cusca, era la causa de la agitación de las gentes

que llegaban a Cusi-pampa, en donde el general Quis–

quis se había situado para hacerles la recepc10n ofi–

cial y conducir al aloj amiento que se les había pre–

par ado.

148