CARLOS CAMINO CALDERON ·
15.S
_ILO.-En una. ocasión, un caballero alemán y un caba–
llet:-o natural' del puerto ae Ilo, célebre por las aceitunas de
sus olivares, conversaban sobre aquello de lo que podían
ufanarse Alemania y
el'
puerto de Ilo.
Después de dos horas en las que el alemán habló de los
Alpes Bávar-os,
de
}a Selva Negra, del
Gqensebraten
mi~
Ap–
fell,lompott
(ganso asado (\On compota de manzanas) , del
Ha–
se mit Kartoffelkl!qs
(liebre -con timbal de papas), y de la
.S
patenbrau
de. Munich, creyó anonadar al ileño diciéndole:
-!Mi[J[Je Ud. Sf!ñogg
1;:
los alimanñes somos tan industrgg–
g~osos,
que tenemos saggdinas de kaggton!- ...
-¡Adios
!--contestó el ileño
-nosotros los moqttegua–
nos tenf!mos aceitunas de !lo!-.
. ..
U-{CAHUASI.-Este. pueblecito del distrito de Salas
Lam)Jayeque) es nota lepo su
yonqu.e,
por sus brujos y por
su lag:una q,ue 'cuando se embravece, no hay quien se atreva
a aproximarse a élla.
Sinembargo, creo que
mayor celebridad de Incahuasi
· (voz quechua que significa casa.' del Inca) consiste en que en
ese lugfl,r Don Antonio Raymondi, el hombre que además de
ser un' sabio era un modelo
de suavidad, de paciéncia y de'
modestia; el hombre que no exhq.ló ni una queja .en ninguno
de los incomodísimos
y
peligrosísimos viajes que emprendió
por todo el Perú, en Incahuasi perdió la paciencia, y llamó a
ese pueblo "nido de superstición y de ignorancia" . . .
·
Según lo manifestaba el mismo Raymondi, esta pérdi–
da de la paciencia le vino a raíz de que ningún incahuasino
quería servirle de guía ·para la laguna, se pretexto de que
est-aba brava.
.
.
Otro motivo de la celebridad de Incahuasi -
que por
un pelo no se me queda en el tintero -
es que cuando a un
incahuasino se le hace referencia a las
relacion~s
maritales
que con otro individuo ha tenido st.f mujer, dke:
j
-Eso
f '/Jté
antes, señor
!- ... y se queda muy tranquilo.
En Lambayeque emplean ese di'cho, en lugar de:
lo que
no es en tu año, no es en tu daño!.