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JARJARiA
Una de las creencias supersticiosas-animistas mas gene–
ralizadas entre los indígenas de esta región es la del "Jarja–
ria'", es decir, aquel hombre que habiendo convivido en vida
con algún miembro de familia ya sea en la línea recta, colr.–
teral o de vínculo espiritual, sigue una vida errática, después
de muerto, si oportunamente, no ha expiado su delito.
El origen viene de los siguientes pasajes, no constatados
por nadie:
A) .-Huc cutis, comienza su relato un indio octogenario.
repetidor de cosas añejas, conservadas en el recuerdo, huna
hunay huata, es decir: me han contado mis mayores que una
vez de ya lejanos tiempos, un grupo de compoblanos con los
"varayos" a la cabeza, en una noche de luna, oyeron gritos
semejantes a los del llama, entonces, al salir, vieron en rea–
lidad a este animal que parecía esconderse; fueron pel'siguién–
dole con una "llama huasca" o soga de llama con intención
de enlazarlo, pero por más empeño que pusieron imposible fue
cogerlo, luego se escurrió el llama por la puerta de una casa
y desapareció. Ingresaron todos a la casa y encontraron a un
hombre que somnoliento aún, se estaba frotando los ojos so–
bre su lecho de paja y pellejos, teniendo a su lado a una mu–
jer. Haciendo las averiguaciones, los "varayos" descubrieron
que esa mujer, con quien mantenía relaciones carnales,
áa
su herm¡ma. Entonces, para escarmiento del pueblo, castiga–
ron en plena plaza pública a .estos incestuosos y ha('iéndoles
ver el delito que cometían los separaron. Desde entonces no
volvieron a sentir esos gritos extraños.
B) .-En otra ocasión, dicen, cuando dos hombres regre–
saban a altas horas de la noche, un poco "chispos" (marea–
dos), por los efectos de la "chacta" (aguardiente), a sus ca–
sas, encontraron al borde del camino a dos llamas que se aca-