SERGIO QUIJADA JARA
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Hay que buscar pués a huiñay llajta, es decir, al pueblo
an tiguo donde se encuentra momias y ollas con ricas alhajas
y abundante oro y plata.
Algunos indican que este pueblo desaparecido está en las
alturas de Conaica, en la cumbre del cerro "Jaullapa" donde
existen ruinas de calles estrechas, de casitas redondas y uten··
silios de piedra como batanes y la "muchca", que es un P"'·
quefüJ aparato de piedra que sirve para moler ají.
HUAJRA PUNCU
En el distrito de Conaica vivió el gran Cacique Pedr1)
Cuicapusa, dueño de una mina de oro \J.amado "Jori-Puncu",
o puerta de oro. En una ocasión recibió una carta del Virrey
donde le recomendaba que entregase indios para las minas
de Santa Bárbara, en su calidad de Gobernador del distrito.
Cuicapusa al constatar el sobre sin el corte en su respectivo
ángulo, lo tomó como una ofensa e indignado-por la ·descortez
actitud del español, le envió de regalo una preciosa tijer::-.
de oro.
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Azuzado por la codicia, el Virrey, preparaba una expe–
dición para apoderarse de las minas, pero dicen que Cuicapu–
sa se enteró a tiempo, entonces mandó pircar con piedras y
adobes tapando completamente la boca-mina. Luego desvió
las aguas de un río con el objeto de que sepulten para siem–
pre el tesoro. Tranquilizado así,. el Cacique exclamó: cunan–
ja huajratam tarinja; es decir, ahora no va a encont.rar oro
sino lo que no vale, lo que no se utiliza. Httajra es sinónimo de
cuerno.
Creen ahora que la boca de la mina <jebe de. estar por las
alturas de "Aguas Calientes",
y,
seguramente por el calor que
producen sus vetas, salen calientes las aguas en ese lugar.