[244-247]
dice que mientras miramos por lo presente, no apartemos,
por ello, nuestros ojos del servicio de Dios; esto es, de hacer
por el servicio suyo, pues mediante éste se consigue eterna
felicidad. De donde viene a resultar que con tal que uno sirva
a Dios, puede pedir por su suerte futura , sin dejar en modo
a lguno para más tarde el pedir lo que no es necesario.
[244] D.-¿ Y qué entendemos por " perdónanqs nuestras
deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores" ?
M.-Ya en las cuatro peticiones anterior-es pedimos lo que
nos puede ser útil en este mundo y en el otro. En las otras tres
que nos quedan pedimos a Dios nos libre de todos los males
presentes y futuros. [245] Como observarás, en esta ora–
ción del Padrenuestro se encierran y compendian todos nues–
tros bienes. Aquí, en esta petición, al pedir a Dios que nos libre
de los males pasados, le pedimos que nos libre de los pecados
cometidos, de los que Jesucristo dijo a los Apóstoles que lla–
maran "deudas" .
D.-¿Por qué así?
M.-Por tres razones: en primer lugar, porque el que
peca contrae una deuda con Dios; segundo, porque el
p~cador
atenta o hace mengua a los mandamientos de Dios, [246]
pues la Ley de Dios ordena y manda una cosa; al que esto
cumple, Dios le da su premio; su castigo, en cambio, al que la
viola, de donde resulta que los que han infringido estos man–
damientos se hacen deudores de Dios; en tercer término, final–
mente, porque debemos atribuir a Dios con una vida r ecta
y honesta todo lo que pudiera tener ·algo de bueno en nos–
otros. [247] De donde resulta que los que abandonan el
bien vivir y viven indignamente se hacen deudores de Dios,
por ser El el autor del .alma
y
la vida de cada uno de nos–
otros. Por lo que humildemente hemos c}e rogar a Dios cada
día que se digne perdonarnos nuestros pecados.
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