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este reg lón las fig ur as humanas con traj e europ' .'
a veces co n guitar ra , o a rpas, la.s de ca ' al los . c0.–
o ó n j in ete, las de cerdos, cabros, ovejas , aves d
corral , etc., desconocidos en el país antes d e la Con –
q uista . Las de batrac ios, principalmente de rana •,
sapos, so n creaciones mod ernas. En los úl t im :::s
tiempos se ha tratado d e dar a mucha s de es t as fo r
m as un fin utilit ario, qu e antes .no tenírn , conv i.:
tié nd o las en alcancías, abriendo una ranura en
l1s
espal das para ech ar monedas.
-
Algunas d e las piez1.s de alfarería p equeña son
de _un co lor un ifo rme, si n ninguna d ec:::i rac ión , pe r ;
un a g ran proporción lleva un adorno pintado
~ .:
co lores vivos en la supe11ficie. La decoració n pin –
tada deriva sus motivos d e influencias europeas.
E;
arte indígena -chileno era exclusivamente geométri–
co
y
rec tilíneo.
o se usaba la curva
y
los dibuj o>
litog ráficos tan comunes en la ce rám ica popular m o–
derna , eran completamente d esco no::i:! os entre
1
:-i,
antiguos indios.
La técnica empl eadá en Ja fabricación d e
la
a l–
farería en la actualidad es la misma q ue han u5ad ·.1
los indígenas americanos desde h ace miles de años
f
fe
d eriva de la de una industria más antigua aún , la
ces tería . La base de ambas técnicas es Ja espiral
q - 1~
partiendo del centro del fondo d e la pieza , con ti
núa sin inte rrupción hasta el borde supuior. E r,
tiempo~
relativamente mod ern os la técnica d e la ;il
f are ría ha sufrido algunas p equeñas modifi o::io nes
d ebi : o a la introducción de nuevos modelos, esp :··
cialmente d e algunas figuras cerradas
y
huecas Que
no pe rm iten la terminación de ellas en forma
d ~
es p iral. No obstante en la gran m2sa de alfuer ía
casera perdura el antiguo sis tema . D espués
dz
bi n
amasada la g r.eda , se preparan con ella unas ti ras
delgadas en .forma de trozos de -codel , co n las cu ,i
les se com ienza a form a r la espiral. apretándolas,
y