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oficios
y
aficiones , clasificando las artesanías per–
manentes
y
las trans.itorias.
Para terminar estas líneas, debemos agr: gar que
ha sido preocupación elemental de la muestra chi –
lena , exhibir objetos en uso actual de nuestras clas zs
,populares, evitando, en lo posible, aun a costa de
un resultado más lucido, toda tergiversación d e las
costumbres del pueblo . De esta manera hemoc; es–
cogido sólo ado rnos, utensilios, estilos, tipos de
confección que diariamente pueden hallarse , en lo.:>
días que oorren, en los mercados, :en las divernas :ic –
tividades del trabajo y las !habitaciones de la gen–
te, que corresponden a su modo de ver
y
d~
sentir,
que representan sus preferencias en la vida cuo t i–
diana .
Porque el pueblo también hace cosas con . nada ,
con
v~drios
recortados , con yeso , con barro, con
·.tapas de botella , con conchas marinas, con tallos
ve.getales que abundan, pero todo lo. que sale de
sus manos
y
lo acompaña en su vida doméstica, ad–
quiere en seguida su sello, cierto sentido humano
inconfundible, íntimamente ligado a la naoona –
lídad .
Tomás Lago