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ricano" regular y sistemático, a tal punto que 1bien
puede decirse que el siglo XIX aquello había pa ·
sado ya a la historia. · lncúrrese
;i
menudo a este
resoecto en evidentes confusiones: no se hace ·" un
es tilo " p o r combin.ación o mezcla
de
elemenL..>
for mal es, sin que antes haya obrado en el espíritu
la sí ntesis esencial del " genio " de cada uno de estos
elementos . Si hay una forma de mezcla es oorque
hay un alma de mezcla que traduce o enuncia . Y
véase la curiosa paradoja : aquellas
expresion ~:;
formales q ue la historiografía espiritual americana
estaría dispuesta a
señala~
como formas tíoicas d2
un " estilo ameri ca no' , proceden de una época en
que el proceso de la mezcl.a étnica estaba ·sólo
~~1
sus comi enzos y sufría poderosas restricciones
fo ?·–
tuit·Js y legales ; y esas expresiones no se repiten u l–
teriormente cuando parecían ,poder estar mejor
predispues tas por un
est.3.doce mezcla, al allan :i r
en síntesis unita·ria los dos polos étnicos original ¿s.
comp orta ban una pérdi•.: a de potencial creador re –
cíproco. Repárese, en efecto, que lo que hoy se
entiende por "arte mestizo" americano, data pre–
ci.samen te <le un momento en que todavía , frente
.a
la cultura viva importada por el conquistado:·,
ex iste la •cultura indígena como ,31go viviente y
sustentado por pueblos numerosos, aunque ya
en~ balados por la. cuesta de un destino hacia abJjo
irrepa rable . A medida que este segundo término
va siendo ,arrazado p0 r la expansión creciente d<d.
primero ; a medida que la lengua , la arguit-ect-ura.
la. reli g.ión , el arte
indiG?s .~ se
repliegan
~~bire
.su oca–
so -g_ue está h echo d e la liquidación de las razas
aborígenes por las matanzas guerreras o por
la
fu–
sión con las advenedizas- , el llamado " arte
mes–
tizo" se empobrece
y
ex tingue. Para nuestra lógica
este h echo se present.3 como una cur iosa puadoja,
porque tomamos tal arte como realmente " mestizo "