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SUCASUCA MALLCU
nombre de Historia de Bolivia. Es el tercer even–
to de la revolución que a principios del último
quinto de aquel siglo, iniciaron
los nativos que–
chuas del sudeste peruano. Tiene también impor–
tancia por la numerosa milicia que levantó en ar–
mas, en razón del tiempo q11e ha durado y las com–
plicacione,s que trajo consigo.
Comencemos a tratar del asünto
con la pre–
sentación del hombre que escogió la oportunidad
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en que pudo asumir las características de un fas–
tigio histórico.
no de los mayores daños que causó a la ra-
za originaria de América, entre mil, la invación
de los europeos m e ridionales y nórdicos, fué el de
ni~elar
con brusquedad
y
ceguera
:;t
todos los reg–
nícolas. La s mesnadas que por fuerza entraron ál
hemisferio de la Unidad, envanecidas con la ilu–
sión de haberlo descubierto
(no se ha dado aún
mejor madre de ilusiones que la ignorancia), en
todo hum.ano de las supuestas Indias veían sólo
el bárbaro civilizable a bala de arcabuz, picazo o
lanzada. Ni los atenienses de Pericles prodigaban
tanta soberbia respecto de los hombres de otras
naciones. La imputada barbáde de los americanos
tornóse gentilicio genérico pau distinguir a és–
tos
y
exterminarlos, no sin antes haberlos consu–
mido en forzadas labores al más gratuito prove–
cho de los conquistadores que, en la Europa de Pi–
rineos abajo, pasaban revista en calidad de conti–
nental gentecilla.
Por efecto de aquel englobar en barbarie a
cuanto ser humano de este Continente veían
los
iberos, la conquista pasó sobre tierras de Bolivia,
como de otros países hermanos,
a la manera de
rodillo que aplastaba todo por igual. Las élites na-