![Show Menu](styles/mobile-menu.png)
![Page Background](./../common/page-substrates/page0031.jpg)
29
más el uso de los estupefacientes, que no fué raro en el antiguo Perú, crea un cier–
to estado de alucinación. Tal pasa con
ei
abuso del peyotl en México, que trae
consigo extraordinarias alucinaciones; visiones luminosas, centellas etc. Conoce–
-mos por la patología, que los sujetos sometidos al ayuno padecen fenómenos de
autointoxicación; exitación, alucinaciones etc. Del lado
ner~ioso
pueden ejecu–
tar movimientos hasta danzas como aquellas de los derviches entre mahometa
nos. ¿No sería esto nos preguntamos, algo análogo a la taqui oncoy o danza de
los indígenas, que Valdizán atribuye a la corea epidémica?
Durante el tiempo de la penitencia, no podían hacer fiesta, ni bailar, ni
tener accesos a la mujer, ni comer sal, ají, carne o fruta, ni beber chicha. Sólo era
permitido el tomar maíz blanco.
IV
El estudio de las diversas enfermedades, de su distribución, de las epi–
demias, etc. etc. es sumamente interesante en esta obra. La etiología de ellas
es bien simplista. Eran causadas por agentes físicos, calor o frío. "y dizen q'
todas las enfermedades proceden de dos cosas q' tienen los hon bres calor o frío".
En aquel régimen patriarcal para Guamán Poma,
los
hombres vivían muchos
años, con una buena dieta, no comiendo "cosa de miel, sal ni agí". Purgándose
periódicamente con "bilcatauri", no sangrándose, ni bebiendo vinagre, ni te–
niendo acceso carnal, hasta los cincuenta años, "de como estos yngas y demás
gentes prencipales y yñs particulares antigua gente hizo y acrecentó su salud y
uida como duraron doscientos y ciento cincuenta años?" (1) Luego añade para
intentar ser verídico, la regla higiénica que eguían: "tenían por regla de criar
sus hijos, cuando muchacho no le dexaua comer cosa de sebo ni cosa de miel ni
agi ni sal ni uinagre ni le daxauan ueuer chicha ni dormir con muger hasta tener
cincuenta años ni se sangrauan y se purgauan con tres pares de bilcatauri y otro
tanto que pesase de macay tomaua por la boca la mitad y la mitad se echaua me-
lecina conesto aumentaua salud ... . .. "
El estudio de las constituciones médicas a travéz de este libro es muy im–
portante. Da idea de la extensión en América de las doctrinas de Maximiliano
Stoll, como de la variada patología del Tahuantinsuyo. Estas mismas doctrinas
de Stoll, las encontramos en los clásicos de fines de la Colonia, Unánue, Valdés,
Bueno, Tafur, etc.
Refiriéndose a enero dice: «En este mes no an de comer mucha verdura
ni los ninos no coman porq' dan camaras de sangre y se mueren los biejos y ninos
y andan pistilencias umidades gota y melancolía mal de corazón
y
frialdades
y
en los llanos gran enfermedad y se a de guardar los zerranos de calenturas y frío
camaras de sangre mal de ualles".
Para setiembre,
el
mismo mes en que anteriormente se verificaba la Citua,
dice: "andan muy listas pistilencias y enfermedades y muerte y carga mucho
(1).- Es un hecho clínico corriente, ser rara la hipertensión arterial
y
por
tanto la ar"'terioesclerosis entre los indios.