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maci6n o por err6nea observaci6n de los objetos, al decir que las
estatuitas poseian un esmalte,
j
dado en f riot
Despues de la colecci6n de turquesas . cuyo valor hemos esbo–
zado, el resto de objetos de piedra poclrb parecernos infer ior, si
entre ellos no hubiera a{m piezas de una enorme belleza, como las
llamas, alpacas, vicunas o guanacos
42
,
que son en muchos Mu–
seos, como el de Hamburgo, preciada joya. La colecci6n
J.
L.
posee varios de estos objetos
43
,
que aunque se dij o que pudieron
ser incensarios, son mas bien ofrendas a Pachamama.
No son s6lo las llamitas quienes han de sorprendernos aun.
Pi
1
ezas como la lam. LXXIII son unicas, inclasif icables. Podemos
ver en su factura quizas remini scencias tiahuanaquenses, pero de
ella en si no podremos concluir nada. La influencia de Tiahuanaco
la notamos, por ultimo, en la estela de la lam. LXXVII,
2,
con
tipicos motivos, como las aves de la parte infer ior. Cierra la list a
de las obras capitales la gran cabeza (lams. LXXIV-V) encontra–
da en
1930
en la I glesia de los Jesultas, a ocho metros de pro–
fundidad, en Amarucancha, antiguo palacio de Huayna Kjapajj,
segun la tradici6n. Puede tratarse de \ i\Tira-Kocha con su
llauto
o corona
y
su placa frontal.
Completan el conjunto una serie de marmitas o
mutka-lw–
llota
o mortems, quizas recipientcs, ya lisos o con relieves gene–
r almente ondulados,
lihui
o
aillu, piruru
o fusayolas y . el dado
con puntos incisos o
huairn.
Los obj etos de metal de la colecci6n Lar rea son merecedores
pQr si 'solos de un estudio tan profundo y met6dico como
-el
del
doctor Antze
44
,
sobre Ios objetos de la colecci6n Briinning. Si
Antze en el estudio de que hacemos merito no llega a clasifica–
ciones definitivas, menos hemos de intenlarl as aqui
no sotro~ .
La tecnica
"':or
caracteristicas del traba io de los metales en el
Per{1 ha sido suficientemente estudi ada
45
pcira oue aun se susci-
42
Art des I ncas,
pag.
78.
43 Max Uhle :
Las llamitas de Piedra del Ciiz co.
Rev. Hist. de Lima.
44 Gustav Antze :
M etallarbeiten a.1,is de11i Nordlichen Peri£.
Ein Bei-
trag zur kenntn is inhrer Formes. H amburg,
1930.
45 P. E . Goddard:
Peruvian gold of the Chimit K ing doni.
Journal