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PREAMBULO DE LOS EDITORF.S
dios filol6gicos en estos paises his.pano-america–
nos.
Queremos exaltar de la mejor manera
la
memorja del autor: me'diante la divulgaci6n de
sus trabajos cientificos, que no solamente ha–
bran de servir a los humanistas para el estudio
de los americanismos, para. depurar la lengua
y
aumentar sus caudales, sino a los historiadores,
para ·es tablecer, por las huellas filoil6gicas, los
origenes de las tribus sura:mericanas
·y
sus di–
versas -corrientes migratorias a traves del Con–
tinente.
A
es
1
~e
respecto, el estudio que el autor hace
de los vocablos indigenas que aun conservan la
geografia patria
y
el lenguaje popular, demues–
t.rahasta d6nde lleg6 la influencia del que–
chua, ext·endida ma.s alla de los limites del im–
perio de los Incas, por el frecuente conta:cto con
los ipueblos vecinos,
y
luego, por la gran canti–
da<d d e indios d el Peru 1qtue trajeron los conquis–
tadores, iprincipalmente Belalcazar, como gentes
de servicio
-yanaconas-.
Actualimente, s6lo la toponimia sirve a nues–
tros !histor'iadores ;piara seiialar la maricha de
las lnvasiones caribes, de las razas que ipobla–
ban las llanuras orien
1
tales del Continente
y
de
las procedentes de Jos Andes peruanos, todas
l~ ~\l~les
gej arc:m en n uestro :pa1s
huell~s
de
§1.l