ESTUDIOS INCAICOS
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despues de gozar su fortuna que
et,
dadivoso, en–
tregaba para socorrer a todos. Era este hombre una
victima del dolor moral, que a veces quebranta
el cuerpo, mas que por lo comun solo seca el alma
y nos hace frios y egoistas, incapaces del bien, del
acto generoso que si da felicidad, la da aun mayor
a quien lo hace que a quien
la
recibe. . . Huayna
Capac se alejo pensando acerca de esto.
Y en otra de sus solitarias salidas, hallo el prin–
cipe el entierro de un
curaca,
antiguo conocido
suyo, no viejo todavia y al que la muerte abatiera
sin embargo.
y
el principe se alejo tambifo de el, meditan–
do acerca de la muerte, el ultimo enemigo del
hombre, fuerza misteriosa que, como el rayo del
cielo, cae subitamente y abate, muchas veces, el
mas verde y alto de los arboles.
Sohre el amor, sobre el dolor fisico, sobre el
desengaiio y sobre la muerte, fundo Huayna Ca–
pac, el heredero del trono, su sabiduria: y tanto
medito sobre ellos, que decidio renunciar al man–
do y a los goces del mundo: asi lo expreso a su
padre, el inca Tupac Yupanqui: dijole que ya no
anhelaba set'
SU
sucesor. Pero este, a quien las gran–
des dotes de su hijo enorgullecian, prohibiole sus–
tentar una idea tan d.escabellada, y
lo
obligo a
aceptar su destino que le ordenaba gobernar so–
bre los hombres.
Huayna Capac pudo asi agregar a
~us
doloro–
sas meditaciones, Ia ironia que encierran todas las