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E&TUDIO& INCAICO&
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vista y qued6 mirando al sol. El sumo sacerdote,
aterrado, le dijo:
-lQue haces, Inca, no sabes que no es licito
hacer esto?
Y el respondi6, bien cuerdamente:
-Yo soy vuestro rey y senor universal; lha–
bria alguno de vosotros tan atrevido que por su
gusto me mandase levantar de mi asiento y bacer
un largo camino?
-c!Quien habria tan desatinado como para in–
tentar eso? - respondi6
el
sacerdote.
Y el Inca:
-c!Y babria algun curaca de mis vasallos, por
mas rico y poderoso, que no me obedeciera
SI
yo
le mandase ir por la posta de aqui a Chile?
Repuso el sacerdote:
-No, foca, no habria alguno que no obedecie–
se hasta la muerte, todo lo que mandases.
Y concluy6 el Inca:
- Pues, yo te digo que este nuestro padre el Sol,
debe tener otro mayor senor y mas que
el
pode–
roso, el cual le manda hacer este camino que ca–
da dia bace sin parar; porque si
el
fuera el su–
premo Senor, una vez que otra dejara de caminar,
y
descansara por su gusto aunque no tuviera ne–
cesidad alguna ...
Como cabe a un sabio, Huayna Capac no fue
un soberano feliz: en
el
se cumplia el ultimo de
los Incas libres del Cuzco. Despues llegaria la ser-