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re
los zapatos; por: Cuando vayamos al
co–
mercio te comprare los zapatos.
Haguemos jugar al nene; por: Hagamos
jugar al nene.
Costumbre impropia es tambien tomar el
verbo ser por el estar.
Ser, determina existencia permanente o
propiedad de las cosas, y estar, el estado tran–
sitorio de eilas.
Por ejemplo, se pregunta
a
una senorit.a
au procedencia.
-Senorita, de d6nde es usted?
-Senor, estoy de Piscoyaco.
-Esta es la respuesta; por decir: Senor,
soy de Piscoyaco.
-j
Nina!, necesito a su papa, hagame
usted
el
favor de llamarlo.
-No es aqui mi papa, senor, ha de ser don–
de..
mi tlo .
Ana logamehte usanse los verbos que
traen pronombres de tratamiento y los re–
flexivos sin ellos, de manera que a los supe–
nores aparece que los t ratamos de tu y vos o
de igual a igual.
Ejemplos:
Venga tfa a sentar; por: Venga usted tfa a
sentarse.
(Es un refinado provincialisme) .
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