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tenso vocabulario, colocando junto a cada vo–
cablo defectuoso la · equivalencia correcta
~o ·
rrespondiente. Ha
~studiado,
ademas, los vul–
garismos locales, o· sean las expresiones que
en el oriente peruano son extraiias al conte–
nido del idioma castellano; desprendiendose
de toda su labor de crftica, una finalidad
orientadora que la hace plausible desde todo
punto de vista.
El lenguaje es, sin disputa,
el
instru–
mento educacional que tiene conexi6n con
. todas las multiples rhanifestaciones de la en–
seiianza;
y
los vulgarismos son . asi mismo
productos naturales de la inexperiencia del
niiio para dominar correctamente
el
idioma
y
de la influencia del ambiente; todo pueblo,
por civilizado que se precie, tiene cierta masa
de individuos que, por una u otra causa, con–
trae o desvirtua la pureza de los vocablos ,
dando lugar precisamente a los vulgarismos.
Contra la inexperiencia del niiio
y
la ififluen–
cia de los modismos
y
las expresiones loca–
les tiene, desde un principio, que luchar el
maestro, resulrando de esto un arduo trabajo
q
0
ue se extiende desde, los primeros aiios de la
enseiianza hasta los de grado supetior. La en–
senanza del buen. decir, de Ia pronunciaci6n
clara, precisa, de significado exacto de todas
las palabras de
niu~stro
idioma con.stituye una