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habitantes de los dominios de la ciudad de Córdoba;
los describe como de una civilización bastante ele–
vada, llevando vestidos de lana de llama, largas
tú–
nicas y mantas ornadas de
chciquira
['pequeños dis–
cos o botones de conchas']. Poseían ta.mbién brace–
letes, penachos frontales y otros objetos de cobre.
Habla an dos lenguas : la
comechingona
y la
sana.vi–rona.
«El
1
general don Gerónimo Luis de Cabrera, fun–
dador de la ciudad de Córdoba, describe en una
rela–
ció.n
el viaje que hizo en 1572
y
durante el cual
eli–
gió el sitio donde iba a fundar la ciudad. É l mencio–
na allí indios montañeses, llevando vestidos ornados
de chaquira...
«Cabrera da referencias interesantes sobre los pue–
bl<;>s y habitaciones de estos indios. Sus pueblos eran
pequeños, 'de diez a cuarenta casas',
y
rodeados de
una cerca de cáctus
y
árboles espinosos. Cada pueblo .
estaba habitado solamente por las familias aliadas
entre ellas
y
que constituían un clan. Las 'casas'
eran muy grandes, bajas
y
profundizadas en la tierra
hasta la mitad de su altura; cada una de ellas alber–
gaba cuatro o cinco indios casados. Estos indios eran
agricultores
y
se servían de la irrigación artificial,
por canales.parl)a su cultivos ... Díaz de Guzmán men–
ciona también sus habitaciones semi-subterráneaH.
Sin embargo, esta manera de construir las casas
no justifica el epíteto de 'trogloditas' que ha sido
aplicado a los comechingones por varios autores.
«El Padre Barzana no emplea el nombre de
'Come-