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nombramiento la Audjencia de Lima lo revocó; pero
e1 correo no pudo dar alcance a Castañeda» - dice
el Padre Larrou:y
(op.)
pág.
473,
not .
4).
Entre?,
pu
~ ,
en Tucumán a mediados de 1561, se apoderó con en–
gaños de Pérez de Zurita, lo vejó un tanto
y,
por
último, lo envió preso a Chile.
Así terminó el gobierno de Pérez de Zurita, que
con tanto éxito como inteligencia., éste
había,
ini–
ciado.
¡
Y pensar que por la pequeifa, demora de un
correo perdió acaso 1a historia tucumana el camino ·
o el vuelo de un porvenir mejor!
_j
GREGORIO DE CASTAÑEDA
l.
Una fundación.
-
Uno de los primeros actos
de Oastañe4a, una vez en el gobierno tucumano,.fué
partir a Jujuy con el fin de fundar la ciudad de
Nie–
va,
que
ya
tenía trazada Pérez de Zurita. .Según Lo–
zano, Castañeda no hizo más que poblarla (en agosto
de 1561), siendo sus pobladores cuarenta soldados,
entre los cuales cita a Juan Hodríguez
y
l;uis
de
Barrionuevo, alcaldes; a Juan de .Artasa, Cristóbal
López, Alvaro Correa
y
Juan Fernández de San
Pedro;
~"'egidores;
a Alonso López de Rivadeneira,
procurador
y mayordomo; y además, a Bartolorné
Correa,
Diego Rubira.,
Gas
par Rodríguez, Juan Na-
varro; Luis Górnez, Marcos de Victoria
y
Pedro Al-
·,
banis
(~por
Albañes
~)~ ;
«fuera.
ele
Cristóbal Barba.,
J
na.n de Oarranza, Martín
Monge
y
Pedro
de Zárate,
.
'