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del gobierno y se dió a reprimir a los indios, con ri–
gor. Al hacer su primera entrada en Calchaquí, los
feroces diaguitas lo atacaron
denodad~mente;
lema–
taron un hijo, el maese
de
campo don Valeriano
(se–
gún el P. Lozano), y hubieron de ponerlo en un se-
1io a:prieto.
Se
salvó gracias al heroico Gaspar de
Medina (52).
3.
Soldados
y
mujeres.
-
En seguida no más, re–
solvió Aguirre enviar a Chile a Gaspar de Medina,
con orden de reclutarle soldados · para Tü.cumán.
Fuese Medina, y volvió trayéndose unos veintidós,
que quisieron seguirle. Trajo además a su familia :
su
esposa doña Catalina de Castro, una hija y dos
hijos: Don Luis, 'encomendero después de Mapoca'
(i Macopa
~)
y Don García, 'encomendero de A-ca–
pianta' (Lozano,
op.,
t. IV,
págs .
224-225) . Ignal–
m~nte
costeó Medina la venida de 'nueve doncellas
bien nacidas', huérfanas, haciendo con esto
un
gran
beneficio a Tucumán, 'ilonrle no sobraban las mu–
jeres españolas'. Éstas, .según Lozano, 'se casaron
con los conquistadores'
(op.)
t. IV, pág. 225).
Para recompensar todos estos servicios, dice
el
citado crónista que Aguirre le dió 'una pingüe en–
comienda'
y
le hizo 'su teniente general en toda la
gobiernación '.
4.
Fundación de San
~Miguel.
-
En mayo de 1565,
Aguirre encargó y dió poder a su sobrino don Diego
de Villarroel para que hiciese la fundación de San