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NUEVOS CHILENISMOS

DOS PALABRAS

De acuerdo con et programa de trabajo que la Real Academia

Española de la

1

Lengua formuló en el Prólogo de la XV edición cle ·.

su Diccionario, ·para ir dando cabida en él, entre otras voces regio–

nales, a las de procedencia americana; en. el que acaba de publicar,

<manual e ilustrado», limitándonos a los chilenismos, cabe decir' que

su número asciende a 1,387, contando en ellos 94 de usó general .

en nuestro continente; y si a ese número agregamos los 1150 incluí–

dos en aquella edición, tendremos un caudal de más de 2,SOO voces

propiamente de uso peculiar a Chile. ¡Muchas son, en verdad, al pa–

recer, pero sépase que faltan aún por describir otras tantas!

Aquel número se descompone, fuera de los americanisµios in–

dicado~,

en voces de los reinos animal y vegetal, con un·total de 78; en

cantidad mucho mayor, de las de origen araucano, como es fácil de

presumir;

y

en harto mayor número, todavía, de fas .qµe se.·'han

sacado como incorrecciones para dar sti equivalente castizo.

EsG

sí,

que en esta

part~,

por más que sea perfectamente exp_licable el

hecho, pues no podía esperarse otra cosa de qt\ien no fuera chileno '

y estuviera empapado en nuestro lenguaje, las incorrecciones ano–

tadas son, por lo general, nacidas de tan baja extracción,-y_de ello

justo será culpar al propio Román ,-que no debieron tomarse en cuen–

ta. En ese campo, resultaría el cuento de nunca acabar si preten–

diéramos hacer caudal de l'os barbarismos en que incurre el bajo ·

pueblo. ¿Sería posible, por ejemplo, que en ese orden recordáramos

a

·hom,

por

hombre, pus,

por

pues, iñor

por

·señor,

que a cada rato

oímos por las calles? ¿Y qué otra cosa implicé!- ver consignadas

en ese diccionario

abricias, hogar

(por

ahogar), horcar, hufanda,

manobrarr

No, tal cosa no debe ser, y de ahí, que en las notas con

que pretendemos ilustrar algunas de las voces catalogadas (póco–

rnás de

400)

aboguemos por que se supriman. En cambio, las que

merecen el calificativo de netamente castellanas, no las inclµímos,

por más que no se halle·n registradas hasta ahora en el léxico .ofi-

,r

..

·.