EN LA TlERRA D:..:E::........:T,_OS=--=:IN:..:.C=:A=:S:__________
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fico por una parte
y
hasta los bosques impenetrables de los
valles Amazónicos por otra. Huayna-Ccapac reinó a ,priQci–
pios del siglo XVI en esta inmensa región ytodossuspueblos
Su Jmperio se extendía desde 4° Norte del Ecuado1· hasta los
3!
0
de latitud Snr, aproximadamente. una extensión de unas
tres mil millas;
y
dP. Este a ÜE>ste, desde el Pacífico hasta los
valles de Paucartambo y Chnquisaca, una anchura variable
cuyo promedio, es de unas cuatrocientas millas, comp!'en–
diimdo, por
con~iguiente,
una superficie de más de un millón
de millas cuadradas, casi igual a una tercera parte de los E.
E.
tT.U.o sea como tocla la parte de los E. E. U. U. que queda
al Este del Misisipí.
La ccmfiguración geográ.fica de esta vasta región es sin–
¡rularmente notable
y
E>scarpada
y
ha influido poderosamea–
te, sobre sus antiguos habitantes.
Como influye sobre sus po\1ladores actuales. Los carac-
. teres morales
y
mentales, la Política y la Religión, La Ar–
quitectura y demás artf>s, los usos y costumbrE>s, el género
cie vida de
J¡¡¡,
población aborígen han sido modelados por
las causas
y
condi
i ~Dnes
na turales, extraordinarias y pode–
rosas que domina n n
Pn
1a
tierra de los Incas. El Imperio
mismv no habría. exist.ido nunca ni los Inca.s habrían adqui–
rido tan extraordinaria at:-:cendencia, ni habrían desarrolla–
do una civiliza ción como
1
suya, sin la influefilCia de esas
condiciones excepcioncdes de situación, clima
y
pmducciones
que guiaron su poder
y
ambiciones porcaucesdete1·minados.
En ninguna parte del rüundo exhibe la Naturaleza for–
mas más variadas ni más imponentes y grandiosas. Desier–
tos tan áridos
y
repulsivos como los dé! Sabara alternan con
valles tan fértiles y frondosos como
Jos
de Italia. Excelsas
montañas coronadas de nieve eterna, yerguen sus escarpa–
dos flancos sobre las vastas
y
desoladas
p1ma.s
o mesetas
más altas que las cumbres de los Montes Alleghanies. Rios,
que nacen del deshielo, se precipitan por profundos ba
rran–cos hacia el Pacítico o l'íerpentean veloces, pero
meno~
rá.pi–
dos a traves de los majestuosos y fragosos Andes, par
a en–grosar el caudal del Amazonas. Lagos tan ?,Tandes como el
alimentado por el San Lorenzo, cnya superficie es casi tan
alta como la cumbre rlel Monte Blanco, se encuentran en el
fondo de depresiones terrestres, con sistema fluvial propio y
sin desagüe hacia el mar.
Las dos grandes cadenas de montañas, que caracterizan
el aspecto físico del continente Sud Americano, alcanzan su
magnitud máxima y sus accidentes más notables en el terri–
torio que formó el Imperio de los Incas. La Cadena Occiden-