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vuelve a encontrar entre ellos .Ja costumbre de promov·er griterías y

de tirar piedras en momento de los ec'J.ipses, para evita r ·que el tigre

coma a la Luna. El Padre José :de Aniaga refiere idéntica usanza

entre los indios del Arzobispado de Lima

(122).

Confiamos ·en que las concordancias .añadidas, fortalecen la tesis

de "unidad de creencias cosmogónicais y astronómicas" de los natura–

les americanos, formulada por el señor Tello.

Pensando que di·chas concordancias habían de repetirse entre

arte& afines, establecimos una suerte de parangón entre 'las alfarerías

"Diag.uita" (draconiana) y "Recuay". Al señalar en seguida las ana–

logfas descubiertas, comprobaremos:

l e:>

Que el llamaldo "dragón" de los diaguitas es un f elino y par-

t icularmente "jaguar".

Que los atributos mitológicos de ese felino desfiguran a veces

la base realista.

3<:>

Que su unión con figuras humanas, serpentiformes y astrales

no puede apreciarse como una fantasía o una 'fé aislada en lo monstruo–

so imaginado, s· no orno la asociación de elementos naturales ·diviniza–

dos y la conjunción en una sola imaigen de varias adoradones o va–

rios temores.

•

* *

La primera .definición del estilo "draconiano", la hallamos bajo

la pluma de Boman y Gres.Jebin en su obra ya ciit ada:

"E.J estilo draconiano cons-iste en

'1a

rep1·esentación de un mons–

truo (dragón) de cuerpo ser pentiforme, ornado de manchas ovala–

das y

de patas ·con garras así como de una o varias cabezas

antro¡po o zoomorfas, más o menos estilizadas, destacándose general–

mente en las 1últimas, fuera de 1los ojos y 1a 1lengua, las fuertes man–

díbulas con :di1entes .puntiagudos. Las estilizaciones que tiene su orí–

gen en este monstruo se componen de .los cuatro elementos

tes : OVALOS con o sin relleno, or.igina

dos en las manchas del cuer-

1po, BANDAS CURV·ILINEAS o a veces, en las estilizaciones graba.–

das, ·ROMBOS r·epr esentando el cuerpo; ASERRADOS derivados de

(122)

"La Extirpación de la 1dolatría en el Perú" E dición Urteaga-Romero. Lima

1920:

Pág. 6;.