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HISTORIA¡ DE LA CIVILIZACIÓN PERUANA

19

tación de vida, ritmo de cultura y pauta de I-Iistoria, sobre que

se modelaron razas, naciones e imperios, había de carecer de sen–

tido, tratándose de

América~

...

&

Por qué razón el continente americano, que formó y continúa

formando parte de

iin todo homogéneo,

cual es el globo, había de

quedar excluído de las leyes físicas y morales que impelen con

'

-

rumbo

fatal '

a las humanidades, y a los sistemas éulturales por -

ellas engendradas, sobre la faz del planeta, burlando con su ne-

' gación las aspiraciones de doscientos millones de hombres, a quie–

nes asiste el derecho inmanente de vivir la vida solidaria, co:njunta

y armónica de la gran familia hu.mana de que forman parte, y

de que no cabe excluirlos

1...

.

·,

&

Podríase, por un -solo momento, sin caer en formidable re- -

nunci~,-

suponer que las leyes de la -mecánica

c~leste pue~an

ser

para determü1ados sistemas siderales, y

no ser

para otros, colo- - ,

cados~

no obstante, en igualdad de . circunstancias, con mengua

del sentido de la u ·dad y de la coactividad de la creación

1

que

es fuerza

suponerles~

...

¿

Podríase, por un solo instante, imaginar vacíos parecidos

en la sucesión universa de las mareas, ·del calor solar y de los

-. t .

6l

vien os ....

Ocúrresenos pensar que en este apartamiento arbitrario de

nuestro continente americanó de la acció:p. de determinadas leyes

históricas, aceptadas para las restantes secciones del globo, obró

la antigua nocÍón aristotélica, que dividió a los hombres, y de

co:n.siguiente a las hmnanidades, en entidades primarias y secun–

darias; clasificación injusta, debajo de la cual se manifiestan loo

resabios de las antiguas filosofías asiáticas, creadoras de

castas.

En fuerza de ello, nuestra América, a título de humanidad

secundaria, estuvo colocada fuera de la acción de las leyes mo–

rales y físicas qu.e interesaron, sobre este punto específico de la

translación de las civilizaciones, a las llamadas humanídades pri-

.

marias.

Tan cierto es ello, que durante más de un siglo se dudó en

España de si los indios americanos tendrían alma, y de con-

'

,

'

-

,