CAPITULO
XXIV
GUANACAURI
Las alturas d
G
~ ~
a ri :forman parte del sistema monta–
ñoso que ciñe el valle, cuyo , centro
(cuzcan)
ocupa el Cuzco.
En una de sus lade:t!as
e ún la tradición, se
petrificó
el
aillar Cachi, cuyo aporte a la economía de la nacionalidad con-
sistió en la sal.
·
Con tal motivo el cerro aquel se convirtió en una de las
pa–
carinas
más reverenciadas de los antiguos peruanos.
I-Ioy mismo, al cabo de siglos, la gente cuzqueña. suele mi–
rarlo con respeto supersticioso y filial.
Cualquiera que haya sido el lugar de su procedencia-así se
expresa el escritor cuzqueño don Romualdo Aguilar en un artículo
publicado en la
Revista Universitaria del
Cuzco-aceptada la le–
yenda de la aparición de Manco, el cerro de Guanacauri se halla
~ituado
do tal manera que
aquél
hubo de tropezar forzosamente
con él viniendo al valle del Guatanay, ya sea del Collao por las
altnras, o ya de Paruro y Llaurisque por el paso obligado del abra
que queda a sus pies.
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