QUECHUA - CASTELLANO
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era mucho mayor favor
y
merced, sin enea reci–
miento alguno, mandar el Inca q ne llevasen las
piedras del Cozco; porque aquel Templo
y
Pa–
lacios, no solameute semejasen a
los del Cuico,
sino que fueseu los mismos, pues eran
he ·~ hos
de las mismas piedras y mate ria les. Y los Indios,
por gozar de esta grandeza, que la tenían por
cosa divina, se les haría descanso cualquiera tra–
bajo que pasasen en llevar las piedras por ca–
mino tan largo y tan fragoso, como el que hay
desde el
Oozoo
a
Tumipampa,
que deben ser
pocas menos que cuatrocientas leguas de léHgo,
y la aspereza de ellas no la creerán sino los que
las hubieran caminado; por lo cual dejaré
yo
de
decirlo aquí, y el dar cuenta los Indios a Pedro
Cieza, didendo que la mayor parte de las pie–
dras con qne e$taban hechos aquellos Palacios
y aquel su TempJo del Sol,
las habíau traído
del Cozco, más fné µor jactarse de la gran mer–
ced y favor que sus Reyes les habían hecho en
mandárselas traer, que por encarecer el trabajo
de haberlas traído de tan lejos: y vese esto cla–
ro, porque en niugnna otra parte de su histo–
ria hace el autor mención de semejante relación
en cosa de edificios; ·y esto baste para ver la
grandeza de los Palacios Reales y Templos del
Sol que hubo en
Tumipampa
y en todo el Pe–
rú."-VIII.
V.-"A
Ja dt-scendencia de Huayna
Cápac llaman
Tumipampa,
por una fiesta so–
lemuísima qne Huayna Cápac hizo al Sol en
a·
quel Campo,
q1rn
está eu la Prnvincia de los
Oa–
ñaris,
donde había Palacios Reales y Depó ·itos
para la gente ele guerra,
y
Casa de Escogidas
(Vírgenes del Sol)
y
Templo del Sol, todo tan
principal y aventajado
y
tan
lleno de riquezas
y bastimento, como donde más aveutajado 1 ha·
bía, como lo refiere Pedro de Oieza, con
tod9
el
_encarecimiento que puede, Capítulo cnaren-