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QUECHU.A-CASTELLANO
ta
y
cuatro,
y
por particerle que todavía se ha–
bía acortado, acaba diciendo:
''En
fin no pne·
do decir tanto, que no qnede corto, en querer en–
grandecer ]as riquezas que los Ingas tenían en
estos sns Palacios Rea les,
&.
La memoria de a–
quel la
fiesta
tan solemne quiso Hnayna Oápac
que se con::.:.ervase en el nombre
y
apellido de su
descErndencia, que es
Tumi;parnpa.''-IX.
XL.–
"Tampoco escaparon de esta calamidad (está ha·
blando de
las crueldades de Atahua llpa)
los
l'neblos
y
Provincias alejadas de la ciudad del
Oozco, porque l nego que
A
tahua llpa
supo
la pri–
sión de
H
uás'ca
r,
mandó hacer guerra
a
fo
ego
y
a sangre a las Provincias comarcauas a sn Reí·
no (el de Quitu
particnlarniente a los
Oaña-
1·is,
porq110
a
los principios de su levantamien·
to
(el dt!
A1ahuallpa contra Hnáscar) no quisie·
ron ob
t><:eJ
le: después, cuando se vió podero
so, hizo truel1sima venganza en ellos, según lo
dice
tan;bi n
gu>tín de Zárate, capítulo quin·
ce,
por e..
ta ·
la
labra :
Y
llegando
a
la
Provin–
cia de lo
Oañal'is
mató
sesenta mil homb1·es
de
ellos, porque le habían sirio contrarios, y metió
a fuego y usoló
la población de
Titrnibrtmba,
si·
tuada en tlll llano, ribera de tres graneles ríos;
Ja c.:ual era muy grande,
y
ele allí fne conquis·
taudo
lél tierra,
y
de los qt1e se le defendían no
dejaba hombre Yivo,
&.
Lo mismo dice Francis–
co López de Goma ra, c.:asi por las mismas pala·
bra s.
PPcll'O
ele Üifza
lo dice más largo
y
más
1-rncareei<lHrnentP, qne habiendo dicho la falta de
varones
y
í'Obra de
mu,jt>rt'S
que
f'll
st1
tiempo
babia
e11
la Provinc.;ia de lus
Oaña·ris,
y
que en
las guerras de los Españoles daban Indias en
l11gar ele Indios, para que lleva"en
las cargas
clfl
l~jérc:ito .
Dic_iendo por qué lo hacían, oice
<>sta~
palabnrn, capíttilo "llarenta
y
cuatro: Al·
g11no.
Innios qtderen decir qne
más
hacen
e~to