'
EL INCA GARCILASO DE LA VEGA
61
propio que habían de tener. Para lo cual se jun–
taba toda la parentela,
y
e}egían una de ellos pa–
ra padrino del niño, el cual daba
la '
primera tije–
;rada a
1
1 ahijado. Las tijeras eran cuchillos de pe–
dernal; :porque los indios no alcanza.ron la inven–
ción de ·las tijeras. En pos del padrino iba cada
u:no por .su ·grado
~
edad o dignidad, a dar su ti–
pjerada al destetado;
y
habiéndole trasquilado le
ponían el nombre
.y
le ·'Pre·sentabªn 'las dádivas
que llevaban; unos ropa de vesti:r, otr0s ganados,
otros .armas de .:diversas . maneras, otros le daban
vas-ijas de oro
<r
de plata para-beber;
y
éstos ha–
bían de ser ·de la estirpe rea'1; que la 1gente común ·
no los podía tener sino po:r privil.egio.
_ Acabado el ·ofrecer venía
1
la solemnidad ·.ael
beber, que sin él no 'había fie
sta buena. Cantaban
y
<bailaban hasta la noche,
ry
es.teregocijo duraba
dos, tres o cuatro ·día:s o ·ínás
, como era 'la paren–
tela del niño ;
y
casi o mismo se hacía cuando des–
tetaban al príncipe
1
Í1eredero, s·i:no que. era con
solemnidad real
y
•era
-e[
padrino e
1
l
~umo
sacer–
dote del sol. Acudí an personalmente o ·por sus
embajadores, los curacas de todo -el reino. Hacía–
se una fiesta ·que por 1o menús duraba más. de
v·einte días. Hacíanle grandes :pres·entes de oro
y
plata
y ·
de piedras preciosas,
y
de todo lo me–
jor que había· en sus provincias.
XXXIII.
Crían los niños sin regalo ninguno.
'
Los hijos cri
1
a\ban ·extrañamente, así los In–
cas, como la gente común, ricos
y
pobres
sindis–
tinción a1guna, con el menos reg.alo que
J.espo–
dían dar. Cada mañana ,que envolvían (a
la ciria–
tura) la habían de lavar con agua fría,
y
las· más