SAN LUCAS. XI.
61
12
Ckauna mayisipan, hani
escorpion churaniti.
13
Humanaca ñanca ha–
quespa asqui churapgta gua–
guanacamaro : ¿ camisasa Al–
agpachanq uiri Auquima haní
asqui churani mayisirinacaro?
14 Jesusaja maya amutu
supaya alisuscana, ucapacha–
wa amu-supayinija arusi, ha–
q uenacasty admirasipjegua.
l 2
¿
O si le pidiere un
huevo, por ventura le alar–
gará un escorpion?
l 3 Pues si vosotros, siendo
malos, sabeis dar buenas dádi–
vas
á
vuestros hijos:
¿
quánto
mas vuestro Padre celestial
dará espíritu bueno á los que
se
fo
pidieren
?
14 Y
estaba Jesus lanzando
un demonio: y este era mu–
do: y quando hubo lanzado
al demonio, habló el mudo, y
se maravilláron las gentes.
15 Mayninacasty sapjegua:
15 Mas algunos de ellos
hupaja supayanaca ansu Bel- dixéron: En virtud de Beel–
zebud sutipan, Aukanacan zebub príncipe de los demo-
púncipepa.
nios, lanza los demonios.
16 Mayninacasty tentaña
16 Y otros por probarle,
laico mayipje, e.una milayrosa le pedian señal del cielo.
a.lagpachata.
'
17 Jesusasty hupanacan
17 El, quando vió los pen-
chuimanacapa unjausin, si- samientos de ellos, les dixo :
gua: Cunapacha maya rey- Todo reyno dividido contra sí
nona haquenacapa haichasip- mismo será asolado:
y
caerá
jani, nuasipjani hupanaca- casa sobre casa.
pura, uca reynoja tucusinigua.
18 Satanasaja hupaquiqtii–
pa ñancachasi
¿
camisasa rey–
nopaja sayani ? humanacaja
camisasa ucapachaja Belze..
but sutipampiwa supayanaca
alisu sapjta?
19 Belzebutana sutipampi
supayanaca alistu ucapachaja
¿
Yokanacamaja q uitin suti–
pampisa alisupje? Ucalaicuwa
humanacan justiciapapjani.
20 Diosan amparapampi su–
payanaca alistu, ucapachaja,
Dio.s~n
reynopaja hu.manacaro
punn1gua.
21 C\1n apacha cbamani
18 Pues si Satanás está
tambien dividido contra si
mismo, ¿cómo estará en pie
su reyno? porqué decís, que
yo lanzo los demonios por
virtud de Beelzebub.
I 9
Pues si
yo
por virtud
de Beelzebub lanzo los demo–
nios,
¿
vuéstros hijos por quién
los lanzan
1
Por esto serán
ellos ju_eces de vosotros.
20 Mas si en el dedo de
Dios lanzo los demonios, cier–
tamente el reyno de Dios ha
llegado á vosotros.
21
Quando el fuerte ar-
E