22
HORACIO H. URTEAGA
Los valerosos Caxamarcas habían sido de nuevo venci–
dos; los kechuas no se atrevieron, no obstante, a celebrar un
triunfo que era "una victoria a lo Pirro",
y
volvieron a tentar
la paz y la seducción; pero los vencidos, que se habían reple–
gado en buen orden a defender el paso de Ichocá ( Ichocán ) ,
lejos de rendirse, provocaron de nuevo a los invasores.
Mientras tanto, Capac Yupanqui usaba una política sa–
bia y prudente; lejos de castigar a los pueblos indefensos que
encontraba en su tránsito, y talar campos y destruir las for–
talezas, de las que se apoderaba, trataba a los vencidos con ge–
nerosidad suma. " Los que prendía en las batallas, soltaba li–
bremente con muy buenas palabras, que enviaba a decir a su
curaca ofreciéndole paz y amistad; los heridos los curaba, y
después de sanos los enviaba con los mismos recados
y
les decía
que volvieran a pelear contra ellos que cuantas veces los hi–
riesen y prendiesen, tantas volverían a curar y soltar, porque
habían ele vencer como Incas y no como tiranos, enemigos
crueles". ( 51).
El combate en los llanos de !chocan fué recio
y
de conse–
cuencias desatrosas para los casamarcas; los kechuas los ven–
cieron les tomaron centenares de prisioneros; los vencidos in–
dios se replegaron entonces a las encrucijadas de Sondor y Na–
mora, en la actual
Pampa de Namora,
pues al norte de la laguna
se habia preparado la resistencia; los viej os, las mujeres y los
niños de todas las parcialidades de la regían se habian refugia–
do en Condormarca, donde se hallaban una fortaleza y un san–
tuario: Condorcancha. el templo o casa del Cóndor, dios que, co–
mo sabemos, era adorado por los chachapuyas y caxamarcas.
Hasta hoy se señalan la,; alt uras del Condormarca comolugar de
"refugio de los indios antiguos" cuando las guerras del Inca.
Todas las encrucij adas habían sido tomadas, los malos pasos se
profundísimo error de sostener que Ja laguna de Yahuarpampa se lla–
mó así porque en ella se libró Ja
Ju ~ha
de Jos Huamachucos
y
los ejérci–
to:; del Inca, cuando es sabido que Jos Huamachucos no resistieron a las
tropas imperiales, se sometió su curaca cobardemente al Inca,
y
más bien
fueron aliados que no enemigos de los kechuas. Errores histór icos como
el apuntado se hallan desparramados por todo el cuerpo de ese estudio
geográfico, que, por lo demás, es importantísimo. Véase
.llonografía Geo–
gráfica de Cajamarca.
c.
11,
p.
20.
(51) .-Garcilaso. Ob. cit. Lib. VI, cap. XV, pág. 472
y
sgts.