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HORACIO H. URTEAGA
del norte, reforzó los ejércitos kechuas con nuevas t ropas de
refresco
y
mandó un mensaje a su hermano, ordenándole se
lanzara a la conquista de los belicosos caxamarcas, aconseján-
(31).- No cabe duda que fué 'fupac Yup:rnqui el verdadero sucesor
de Pachacutec, sin que esto quiera decir que entre éste y aquél no hu–
biera un corto reinado, seguramente el de Amaro 'l'upac Yupanqui, tan
recordado por
mu~hos
de los más respetables cronistas. ( Diego Fernán–
dez, Garcilaso, Pedro Pizarro ) . Reinado cuyos rastros ha notado con
bastante acierto José de la Riva Agüero.
Historia en el Perú.
Págs.
137 a 140.
Sobre tan interesante personaje encontramos en " Sarmiento de
Gamboa": "I dió Pachacutec Inga Yupanqui, cargo de visitar las hua–
cas, ídolos y adoratorios a un hijo suyo, mayor, legítimo, llamado Ama–
ru Topa Inga, para que hicie:;.e quitar las huacas, etc".
Historia Indica,
Párrafo 37, pág. 77.-Y aunque más adelante, el mismo Sarmiento guar–
de un silencio muy censurable sobre la suerte de este Amaru, al morir
Pachaeutec, párrafos 47
y
48, págs. 93 y 94, nos cuenta, sin embargo,
que el tal Amaru, despojado, hizo la conquista del Collao en los Charcas
y Porco, fué armado caballero por su padre (párrafos 41 y 43) , para
concluir confesando que "El mismo Pachacutec Inga Yupanqui,
tenien~
do hijo legítimo mayor llamado Amaru Topa Inga no lo nombró, sino
a Topa Inga Yupanqui". (Párrafo 69, pág. 127) . ¿Por qué no lo nom–
bró su sucesor, después de habe1·le encomendado comisiones de prínci–
pe heredero y ser el mayor
y
legítimo? Lo probable es que Amaru suce–
diera a su padre y que su abdicación, f orzada seguramente, fuera casi
a raíz de su elevación y a cons·ecuencia de su incapacidad, tal vez sobre–
viniente a su' rinado, como lo sospecha Riva Agüero, y hay que observar
una curiosa circunstancia: uno de los descendientes de Amaru Topa In–
ga, fué Amaru Topac, que, en el tiempo del Virrey Toledo, se hallaba
refugiado en los Andes en compañía de Tito Cusí Yupanqui, pero su–
friendo de lo que
103
indios llamaban
uti
(
enagenación mental). No se–
ría raro que semejante dolencia fuera en el infeliz príncipe hereditaria,
y entonces la separación de aquel Inca Amaru del poder, fuera ocasiona–
da por
SU•
demencia, parnndo el poder. a Tupac Yupanqui, no herman.i
sino
segund~
génito de Pachacutec.
(32) .-Respecto a la comisión dada a Capac Yupanqui, hermano de
Tupac Inca Yupanqui, casi no hay contradicción en los historiadores y
analistas. Las informaciones de Toledo, que son seguramente fuentes de
valor muy subido, nos aseguran sin reticencias este aserto. Así, en Sar–
miento de Gamboa, Jeemvs: "Yendo Capac Yupanqui tras de los
Chancas, llegó hasta Caxamarca, pasados Jos términos · que traía por
instrucción de Inca Yupanqui (este Inca Yupanqui es, para Sarmiento,
Pachacutec) ". En Garcilaso, que relata las relaciones de Valera, que en
esta parte de Ja Historia Incaica estaba seguramente muy bien infor–
mado, Capac Yupanqui, hermano de Tupac Yupanqui, es el que em-