Table of Contents Table of Contents
Previous Page  279 / 430 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 279 / 430 Next Page
Page Background

BOCETOS HISTÓRICOS

215

Elevó el Monasterio y la iglesia de Santa Teresa, y creó

muchas escuelas; así mismo hizo tender, sobre un torrente de

la ciudad, un puente de cal y piedra, que se conserva hasta

hoy; en semejantes obras invirtió más de 36,000 pesos, que

no los costeó el erario sino su propio peculio. El rey pre–

mió sus servicios trasladándolo al obispado de Quito como

un ascenso; se ocupaba de su uueva dióces·is, de Ja organiza–

ción de sus parroquias y construcción de monasterios, cuan–

do le anunciaron que un real decreto lo designaba para ocu–

par la silla virreynal del Perú, vacante por fallecimiento del

marqués de Castell dos Rius. " Este había traído, el primero,

lo que se llamó el

pliego de providencia

o de mortaja: era

éste un piiego sellado que contenía los nombres de tres per–

sonas designadas por el Rey, para encargarse del Gobierno

en el caso de muerte o impedimento del Virrey; depositá–

base en las cajas reales y en una especial de tres llaves, y

abríase con gran solemnidad, sl el caso previsto llegaba, o

quemábase con igual solemnidad ".

Pues, bien : al abrirse el

pliego de mo1·taja,

se hallaron

tres nombres: el de don Juan González Santiago, Obispo del

Cuzco; el de don Antonio de León, Obispo de Arequipa, y el

de don Diego Ladrón de Guevara; pero habiendo fallecido

lo

dos primeros, el Obispo de Quito fué el que tomó pose–

sión del mando.

Ilustraron su gobierno, el establecimiento en Lima de

las órdenes de Mínimos, Crucíferos y Capuchinos; una suble–

Yación de negros cimarrones, el descubrimiento del rico mi–

neral de Venutaya, en Carabaya, y una incursión d·e piratas

a las co tas del Perú. Cesando en el cargo de modo violento, tal

\'ez por las acu aciones que ante la Corte le hicieron sus ene–

migos, entregó el mando al Arzobispo de Charcas, y después

del juicio de residencia, en el que fué absuelto, regresaba a

España, cuando lo sorprendió la muerte en México, el 9 de

noviembre de 1718. Había gobernado el Perú, 5 años, 6 me-

e , 3 día ,

y

dejaba el recuerdo de un sacerdote ejemplar y

un gobernante activo y probo.