BOCETOS HISTÓRICOS
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Elevó el Monasterio y la iglesia de Santa Teresa, y creó
muchas escuelas; así mismo hizo tender, sobre un torrente de
la ciudad, un puente de cal y piedra, que se conserva hasta
hoy; en semejantes obras invirtió más de 36,000 pesos, que
no los costeó el erario sino su propio peculio. El rey pre–
mió sus servicios trasladándolo al obispado de Quito como
un ascenso; se ocupaba de su uueva dióces·is, de Ja organiza–
ción de sus parroquias y construcción de monasterios, cuan–
do le anunciaron que un real decreto lo designaba para ocu–
par la silla virreynal del Perú, vacante por fallecimiento del
marqués de Castell dos Rius. " Este había traído, el primero,
lo que se llamó el
pliego de providencia
o de mortaja: era
éste un piiego sellado que contenía los nombres de tres per–
sonas designadas por el Rey, para encargarse del Gobierno
en el caso de muerte o impedimento del Virrey; depositá–
base en las cajas reales y en una especial de tres llaves, y
abríase con gran solemnidad, sl el caso previsto llegaba, o
quemábase con igual solemnidad ".
Pues, bien : al abrirse el
pliego de mo1·taja,
se hallaron
tres nombres: el de don Juan González Santiago, Obispo del
Cuzco; el de don Antonio de León, Obispo de Arequipa, y el
de don Diego Ladrón de Guevara; pero habiendo fallecido
lo
dos primeros, el Obispo de Quito fué el que tomó pose–
sión del mando.
Ilustraron su gobierno, el establecimiento en Lima de
las órdenes de Mínimos, Crucíferos y Capuchinos; una suble–
Yación de negros cimarrones, el descubrimiento del rico mi–
neral de Venutaya, en Carabaya, y una incursión d·e piratas
a las co tas del Perú. Cesando en el cargo de modo violento, tal
\'ez por las acu aciones que ante la Corte le hicieron sus ene–
migos, entregó el mando al Arzobispo de Charcas, y después
del juicio de residencia, en el que fué absuelto, regresaba a
España, cuando lo sorprendió la muerte en México, el 9 de
noviembre de 1718. Había gobernado el Perú, 5 años, 6 me-
e , 3 día ,
y
dejaba el recuerdo de un sacerdote ejemplar y
un gobernante activo y probo.