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HORACIO H. URTEAGA
Para defender esos valles calientes del Urubamba, len–
gua de tierra ambicionada por esas tribus agrícolas prein–
caicas, hubieron menester los kechuas trabajos colosales.
Basta tender una mirada a la r egión donde corren el Vilca–
nota, desde Caicay, hacia Calca, el Huatanay hacia Chinch e–
ros, y el contrafuerte de las mesetas centrabs que terminan
en el mogote del Sacsayhuaman, para darse cuenta de la ten–
dencia de esos antiguos indios a defender sus tierras, y la
razón de ser de sus obras militares. Cuando he recorrido
este valle del Vilcanota, he observado con mirada atenta las
posiciones que ocu¡::aron antiguamente sus pucaras y mura–
llones; cuando al acercarme a la ciudad imperial h e obser–
vado la ruta del Vilcanota, torciéndose m:'í.s allá de Oropeza,
abrien do un corte hacia el este por donde p::día r 2sbalarse
la invasión, y me h a sorprendido, en el ascenso a la ciudad,
la vista del imponente Sac3ayhuaman y el promontorio de
Carmenca, y tendi 2ndo la mirada sobre el mapa he hallado
la ubicación de las fortalezas de Pizacc. Sacsayhuaman, Li–
mactambo y Jaquijahuana, un rayo de luz, alumbrando las
tinieblas de las antiguas edades prehistóricas. me ha revela–
do toda una historia escrita en esas páginas de pi 2dra, que
hasta hoy pregonan su razón de existir en semejantes luga–
res desafiando la acción destructora del tiem¡;o y ofrecien–
do en su factura, su majestad y resistencia, las tendencias de
una raza, civilizada y fuerte, que si amaba la guerra era por–
que amaba la paz más todavía; que si elevaba una fortal e–
za era para qu e ésta le sirviera como un escudo a su tranqui–
lidad; que desde que guardaba sus ·campos, defendía de la
invasión sus viviendas, gastaba largos años de su vida en
colosales trabajos de fortificación. era por el amor al so–
siego de una paz civilizada. a la vida civil a;·mónica y a la
sujec!ón a un gobierno poderoso
y
severo. Una fortaleza es
la guerra puesta al servicio de la paz, la violencia puesta al
servicio de la justicia, y, aunque parezca paradógico, es el
odio puesto al servicio del amor y la muerte al servicio de la
vida!