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Apagad el fuego nocivo de mi coraz ón: re–
frig crlldme con v-uestra gracia .
Protéjame en toda ocasión vuestra poderosa
die~~ra:
ilumíneme vues tra
presencia en
la
hora de mi muerte. Gloria. &.
Ant.
Vues tra diestra, Señora. me proteja
continuawente: vuestl"a presen cia me ilumine
en la hora de mi muerte.
Ant.
Sed mi Abogada . .. . .
SALMO.
72
¡Cuan bueno es el Uios de Israel, para los
que hunran
y
sirven
á
santa Madre!
.
Ella
e en vida
u
ue!>ltro consuelo : en los tra
bajo~ nue~tr~
S•Jcorro.
\!Ii
enemigo ha llenado de oscuridad mi espí ·
,
ritu : haced, Señora, que renazca la luz en mi
corazón.
Por tí la indignación del Señor sea apartado
de
mí:
aplacad le con vuestros méritoc;
y
ruegos.
Sed mi Abogad;:;¡, Señora, en el Tribunal di–
vino: tomad mi defensa en la augusta presen .
cia de vuestro Hijo. Gloria.
&.
Ant.
Sed mi abugada. Señora en el Tribunal
divino: tomad mi defensa en la augusta pre–
:>encia
d~
vuestro Hijo.
Ant.
Suo;tituyó . . ..... .
SALMO. 76
Esforcé mi voz, dirig
í mis clamores
á
mi
Reina,
y
ella me escuchó
con.suacostumbrada
bondad.
Apartó de mi corazón el tem0r
y
la tristeza,
y
medió
á
sentir su dulzura
y
bondad.