-41-
Rn vuestras manos. ceñora, encomiendo· mi .
espíritu, mi vida
y
el últ1mo instante de ella.
Gloria al Padre.-&.
Ant.
En vuestras manos, Señora,encomien·
do mi espí ' itu, mi vida y el último instante de
ella.
Ant.
Desde vuestro trono . . . .. .
SAL \10. 38
Dije
yo
en mi corazón, oh Señora, velaré
~o·
bre mi · conducta, si por vuestra mediación al·
canzaré la graci a de mi Redentor.
vu·e~tra
dulzura derritió mi corazón inflamá–
ronse con vuestro amor mis entrañas.
Oid, benigna mis súplicas, Señora,
y
desfa–
llezcan mis enemigos.
C
om pacleceos de mí
de~
de el cielo, desde
vuec
;r.rotrono: no permitais sea
yo
conturbado
en e
&tevalle de miserias.
Pres~rvadme
de caer en el precipicio de la
culpa:
y
en el fin de mi vida me asista vuestra
gracia. Gl()ria &.
Ant.
Desde vuestro trono celestial enviad
á
mi es ¡;íritu las benignas influencias de vuestra
misericordia;
y
en el fin
d~
mi vida
a~istidme
con vuestra gracia.
Ant.
Vuestros ruegos .
SALMO.
4-2
.Juzgadme, Vos Señora. ·
y
separad mi causa
de la de los hombres
inícuo~:
libradme de la
serpiente malig·na
y
del dragón pe!:tífero.""
Destrúyale vuestra santa fecundidad: magu.
lle su cabeza vuestra virginal castidad.