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rr.i.seric->rdi:'l.,
y
el enemigo infernal es confun–
dido por el terror que os tiene.
El que pone en
V•
•S
~u e~per::Jnza,
hallará
te~ore~s
de raz: el que no os invocare en esta
Y
ida,
"'f!O
entrará
en
el Reino de Dios.
H¡¡ced, Seño• a. q11e vivamos en la g-racia del
Espíritu Santo, guiad nuestras almas
á
un
lln
el
ichosn
Ant. .
Baced, que vivamos en la gracia del
Santo Espíritu, guiad nuestras almas
á
un lln
dichoso.
Ant.
Vea yo ..... .
SALY10.
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¡Oh dulcísima María!
yo
esp ero cantar ete-r–
namente vuestras misericordias y
vuestras
alabanz;~s.
·
Curad, Madre mía
lo~ cor2zone~
contritos con
el bálsam<¡ de vuestra piedad: mitigad nuestros
dolores con el óleo de vuestra miliericnrclia.
Vea yo vuestro afabilísimo rostro en mi. muer·
te:
lH
hermosura dP. vne. t10 . emblante llene de
alegría mi. aln·.a, que ha de
separar~e
del cuerpo.
Excitad mi espíritu
á
amar vnesta bagota–
ble
bond<:~d:
ilustrad mi. entendimiento para el o·
giar diO'namente vuestra
novilís.i.maexcelencia.
Libradme, S(?ñora, de
toda tribulación fu–
nesta. preservad mi alma de todo pecado.
Gloria al Padre,
&.
Ant.
Vea yo vuestro afabilísimo rostro en
mi mnerte, la hermosura de vue tro semblante
llene de alegría mi almé, que ha de separar,.e
del cuerpo.
Ant.
El que pusiere ..... .