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y suplico en esta no.vena. .Alcanzádme este fa·
vor, si me cot1viene; y cuando no, dirigid mi
súplica, y pedid á Dios lo que mas con venga
o desmerecer su amor en esta vid.1, y
de sn vista en la eterna. Amén.
Dl.-\. PRIMERO.
MEDITACION
Sobre el poder de la virtud, que atesoró en su alma
para la dignidad de obispo el santo Bias.
Considérese,que fué tanta desde los principi us
de su vida, que el santo estvo tan distante de
);l.a.ce.r acC'i6n alguna que fuese siquiera repren
~~b;l~. r tan notorio su exceso en toda perfec–
,qi(>n, ,<¡¡lile .el resplandor de su santidad y lo e –
,je¡nP..l~r ~e su justo proceder. dandu en Ion ojos
·de toqpli ,19:> .?eles de Sebaste, se experimentó
,bríosp ,ip1 tnjo en muy conforme u–
nióp_to9,os corazones, para ser electo
y ac~ptado -re, pastor y prelado suyo.
¡Oli! qué medip ; ~an ~eguro este para ser acep·
· tos á Dios y á 'lil's..hpinbrÓs! La pureza de vida,
el buen ejemplo y·. ~a- ~irtud se'h¡¡éen siempre
lugar para la más apre.ciaple aceptación. Con·
fúndase pues la 'amblcíón JJUmana, hidrópica
d~ honras,_ 'y ri?eqite :su ~egu_e~a, resolviéndose
ya á esfOrzar sus acepta~ron"es, ájmitacíón del
_· ~anto Blas, é? el valimieoto: solo ' de la virtud.
. : ~r
En esta consideración se meditará algun tanto,para
" que fervorizado el espíritu, se pt'ojS'oniá'cou mas afecto
,; ,lf!. súplica. Así en los demás dia's,-y luego e9mo se ~i-
,-. ,,gH~l.!iel · . .,