-147-
vinidH.l, ha siclo, porque si de ella se hubiesen
t ratado al principio, ya no habría para que ocu –
parse de vuest ra Hnmildad, de vuestra Cari –
dad, de v ues tra Santidad, y de todas l as demás
vitucles. gracias y excelencias que están conte ·
ni d as en estas dos palabras : Corazón Divino.
Ojalá que t odos +os 11oml>res por los que ha·
beis obrado tantos y tan estupP. ndos prodigios,
las r eco nozcan co n clara intelige ncia,y las ado·
rc:>n con todo el fervo r de su corazón, y que
convenzan con sus palabras y sus hechos á los
pérfido-.; secuaces de S at a nás , de que la sublime
devoci::í n al Co razón de Jesús no es una fanáti –
ca s upe rti ció n , como ellos neciamente vociferan
sino la devoc ión m ás sant a , más pura, y más
saludable para es t os últimos tiempos de f a lse –
d a!i y co rru pción.
MEDITACION.
Divinidé:l.d del Corazón de jesús
Desde que la humanidad de Nuestro
~eñor
Jesucrist
o se unié
á
su Divinidad, sin confun–
dirse con
ella.enlo más mínimo, pero forman–
do
am~s
una sola y única persona divina, eter–
na, in finita; todo el cuerpo de Jesús era divino,
y con mayor razón su piadosísimo Corazón. que
es lo más adorable en su humanidad . Si el ce .
razón es universalmente reconocido por todos
como el compendio de la persona, y así se en–
tiende por tener corazón , ser generoso, leal,
ben_é~co,
y por no tener corazó n, ser egoista,
codt 10so, malvado, con mucha más verdad de–
be reconocerse al Corazó n de Jesús, como
la