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EJJ:tRCICIO PARA
lt'L
OCTAVO
VIltRNES
ORACIÓN
Benign{simo Corazón de Jesús. que no sólo
sufris con imponderable indulgencia las rebel–
días de los ingratos pecadores, sino que los a·
traeis con celestiales promesas para que gocen
las mefables dulzuras que poseeis y dispensais
s
todos lo..; que se acogen á vos humillados
y:
contritos: inspirad hoy más que nunca, vues·
tros sentimientos de benignidad, en esos cora ·
zoues endurecidos por el egoismo é insensibles
á
los ruegos y á las lágrimas del pobre, por
dar pábulo insaciable á
los placeres que tan
profusamente ofrece el mundo.
Y esta gracia
os pido para todos los peca dores, la pido espe·
cial mente para mí, que soy el mayor de ellos.
MEDITACION.
Benignidad del
Cora~ón
de Jesús
Benignidad en el lenguaje de los hombres
y
de los ángeles es piedad, es indulgencia, es
bondad
y
es dulzura, y n_adie posee estas excel·
:aas cualidades en grado más perfecto que
el
Corazón de Jesús. Los que no le aman porque
ao lo conocen y no lo co,nocen porque no le
aman, son esos degradados que jamás compren
cderán esas sublimes, esas divinas excelencias
de que está dotado, y mucho menos gozarán
de ellas; pero los que han ten ido la fe1icidad de
invocar y de ponerse bajo la protección de ese
benignísimo Co!'az6n, esos han gozado de
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