-143 -–
pueden librarme de los terribles
males
que nos
amenazan en estos últimos tiempos, en lo3, qne
venís, Corazón misericordioso,
á
prutejeruo-;
con vuestra augusta presencia,
y
á
impulsar –
nos con vuestro poderoso aliento
á
conseguir
la
perfección en
1:t
cual no
hay
inmutabilidad.
Ojalá que los corazones de tus adoradores,
que son tan variable:>
en .
S!fS
pasione ~ , d<!seo~
y
sentimientos, estudiaratJ y aprendieran de
vos, Cora-zón aman re. y fidelísimo, la in
m
uta –
biliclad en el amo r
y
p ráetica de todas lar vir –
tudes
y
eStar a sí d efendidos por ellas de los
tres enemigos del
alma,
y
seguros de su
glu·
r iosa
sal
vadón.
ME i> ITACION.
Inmutabilidad del Coraz(m de Jesús
Jesús y su s¡.¡ grado Corazón so n inmutables
p o rque son pe rfectos,
y
la perfecc ió n n o est á su –
jeta
á
c ambi os ni
~lteraci ones
de ningún géne–
ro. Desde' qne encarnaron en el purísimo vien·
trc de la Virge n \1:aría, aomaron ·h asta el sacri–
ficio de la vida
.á
la justicia,
á
la verdad, y
d e testaron
á
la injusticia,
á
la men t ira
y
al pe –
cado:
y
este amor
y
es~e
odio les son inmuta–
bles en el dempo y
er¡
la eternidad.
No son como los hombres y sus c_orazones
que hoy aman lo
qu~
ayer aborrecieron,
y
que
l uego desecha n lo que con ansia desea ron ;s ien
do versatili.dad la causa porque no correspon–
den sino con la indife.rencia c uando no· con
la
ingratitud al tierno y constante
~- mor
que les
profesa el inmutable Corazón de Jesús.