EL AYLLU
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que irregulares, como sostiene Prescott. Su
arquitectura
era
simplísima,
consistente,
ordinariamente, en una bóveda de adobes ó
piedras acumuladas unas sobre otras
y
recu–
bierta de tierra. Allí dentro colocaban los
muertos en posturas simbólicas
y
rodeados
de tesoros, ofrendas, vajilla, ídolos, guacas.
En un curioso libro destinado á la investi–
gación del orígen de los indios del nuevo
mundo, del P. Gregario García, se encuen–
tra un párrafo que podría servir á este pro–
pósito. Dice :
«
En esto parecen los indios á
los judíos, que solían enterrarse en montes
y
lugares altos :
y
los indios de los llanos
del .Perú, por no tener montes, por que son
arenales, los hacían de la misma tierra
y
arena ...
y
al presente se ven ruinas de sus
soberbios .edificios : demás de lo cual, por
toda la Sierra del Perú están los campos lle–
nos de sepulcros, á
modo de torrecillas,
al