EL AYLLU
similitud con los rituales aymaras, de llevar–
nos á una conclusión inevitable. La religión
de
la tumba con todas sus solemnidades
litúrgicas no ha debido surgir sino dentro
de la constitución patronímica de la familia.
La arquitectura funeraria sólo ha podido pro–
gresar con el arraigo
á
la tierra de las tribus
errantes y con el culto de los antepasados.
En las familias peruanas el culto de los ante–
pasados revestÍ'\ esos mismos caracteres.
«
Los incas, nos dice, M. Markham \ ado–
raban también á us antepasados. La
paca–
rina
ó antecesor del
ayllu
ó linaje, se idea–
lizaba como alma 6 esencia de sus descen–
diente.s.
»
Y en la nota que ha puesto para
explicar el significado de
pacarina
que deriva
del verbo :
pacarina,
amanecer, nos da,
precisamente, una raíz aymara :
pacara.
<~
El
1.
Ob.
cit.,
pág. 52·