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EL AYLLU
consanguíneo ha debido ser anterior á las tra–
diciones recogidas por los historiadores
y
á
la formación, de consiguiente, de las gran–
des tribus guerreras.
Si comparamos estos fundamentos del
ayllu
con los de la familia latina, hallamos
ser los mismos. Mommsen sostiene que :
«
la familia comprendía todas las personas,
de uno
y
otro sexo, que descendían, por
línea die varón
y
por legítimo matrimonio, de
un ascendie te común ó que se reputaban
descender de él
1
~>.
Pero, la familia de los
pueblos arios no solo fue núcleo de paren–
tesco real sino también una asociación reli–
giosa. M. de Coulanges lo ha demostrado
con gran erudición.
«
La unión de los mien–
bros de la familia antigua ha consistido en
algo más poderoso que el nacimiento, que
1.
Derecbo Público romano, l,
pág.
12.