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Los gorriones
~
lJn muclrncho travieso trepo
á
un
aliso
i
cog-10
ttn nido de gc)rric1ncs.
La madre de los
pájaros
que lo
Ye,
da
voces a l macho avisánclole:
O_>:c:!
mira,
(L
nuestros hijos aun cles–
nuditos
~e
los
lleva
ocultánrlolos ba–
jo el poncho!
-Que
importa
l
Deja
que
se
los
lk–
Ye.
Toclavía hai semilla!
-Ah,
que pen:::d no digas eso!
por–
que
clarlos
á
luz
cuesta trnbajo
i
do–
lor.
·Asr
SON TODOS
UU.
LOS HOMBRES!
El puma i el zorro
Atrapó una hcnnosa llama un_pu–
nw.,
i
ckspues de hartarse enterró el
resto·para
su
cena.
Un
zorro
r1ue lo
MURÁ.Nt)
entrojar. En cuanto á la raiz
murani
[ EMPAREDA!< El....
'MAJZ SECO]
onda
hl·
encontrado en la lt!ngna
~riega
que lo cx–
p1ique.''
1
'¡
Pero no es curioso que en latín
murus
cquivnlJ?a
á
la a
tepci6n
i
{1
la raiz Keshua? ¿que con esa misma raiz se diga
m 1.1-
turos
i
que <·n la lengun francesa aparczc..·a mas singular la pa-
riduct ele la fomdcz
i
de: la acepción en
mOr
i
mOrir?............Pasar
arlc1nnte
i
referir esta roincidenria fenomenal
lt
lns raiccs grie–
gus de
Mt1ttu
ó
massu. imajinando atinidndcs lejanas,
~in
mas
base que c.J sonido, sería impropio del a nálisis st.·vero
i
concien-
7.Udo con que se dche formulnr
la~
pruebas en esta materia.''
Nosotros crci.:mos crrrónea la interpretación del Sr. Ll>pez para
el \·erbo
murani;
es contracciOn de
muru-rurnni
o
múo-rurani
c¡uc sitrnifku
hacer
semilla,
i
p1tra eso la guardaban emparcdán–
dola,
fl
fin de consen·a rla.
<)
ur~'\!, ~~
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t~~~!~ª~º:u~~Í~ui~~ ~
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i lni.
[4)
Zonotrid1i" matutina.