- CXXIV -
to; si
en
la pelea,
ella c1a
11do el g1·ito
de estímulo,
d
hapari!
gu<.:
le
co1111111i–
ca ánimo i va lor,i alnrgámlolc las pie
dras para
~u
hond a; si borracho, a su·
lado, velando por el; si nrnjnclcro,
so–
portando resignada
su~
maltratos
e
imperlinencias, i siempre en el hogar,
siempre
atarcad~t,
siempre ocupada
rn las labores clomésticas; afecütosét
·con sus hijos, i cuidadosa con sus
enseres, i en tóc1o, como la ·miís ticr-
11n
i
fiel
compañent,
sac:-wdo
la
cara
por él , si es necesario.
·
Vamos pues
a
resucitnr pétrte
de
ese pnsac1o incáico, q uc
nQ ·
percibi–
mos al presente sino como
el
·ceo leja–
no
ele
una ciY ilizacic)n <-kstruida,
al
dar
a
luz hoi estos pequeños fragmel1
tos ignorados i menospreciados, que
suplen a los monumentos derruíclos
i
al silencio de los histuri;;i.dores;
.i
por
ellos, mejor que por otros testimo–
nios, apn:ciaremos el genio de la
ra–
za, ado rmecida,
pero
no ei:tinguida,
que no quiere percibir
el
mundo
mo–
derno, ckl que no ha conocido sino
la avaricia, el orgullo, i una ignoran–
cia petulante
i
vocinglera.
Tarma, 27 de Octubre de .1905.
PUMACAHUA.