- CXVI -
señor, vi\.·ndo cuan catfilico
i
cristia–
nísimo q
uc
es i cuün celoso
del
servi–
cio de Dios nuestro señor, .
por
lo
que
toca al descargo de mi ánima,
á
cau–
sa de
haber yo sido mucha parte en
el
<lescubrirnicnto i conquista
i
pobla–
cion de estos reinos, cuando los qui–
tamos
á
los que eran incas que los
poseían i rejían ¡;orno suyos, i los pu–
simos debajo ele la real corona, que
entienda su majestad católica, que
hallamos estos reinos de tal manera
que en todos ellos
no h<.1bia un ladrón
ni hombre Yicioso, ni í1nlgazá.n, ni ·
había
m11gcr é1dultera ni mélfa, ni se
permitía entre ellos, nijente- . mala vi–
da
en
lo
moral i que los hombres
te111a11 ocupaciones honestas
i
provt'–
chosas.
I
que las tierrn5
i
montes
i
minas i pastos
i
caza
i
maderas i
to–
<lo jénero de aprovechamientos esta- ·
ba
gobernado i repartiüo de :suerte
que cada uno conocía
i
tenia su ha–
cienda, sin que ninguno otro se la
ocupase
ni
tomase, ni sobre ello ha- .
bía
pleitos;
i
que las cosas de la
gue–
rra
aunque eran muchas, no impc–
dlan
a
las del comercio ni estas
a ias
cosas de labranzas i cultivar de las
ticrrns ni 0tra cosa alguna;
i
que .en
todo, desde lo ma:Yo·r
ha?>ta
!o mas