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nH:mHlo. tenía su orclcn i concierto
c~il
nrncho asiento; i los incas cni.n
temidos i · obedecidos
i
respetados i
acatados <le sus súbditos como ajeM–
te mui capaz i de mucho gobierno
i .
que lo mismo eran sus gobernadores
i capitanes; i como en estos hallamos
la
fuerza i el mando i
la
resistencia,
para poderlos sujetar i oprimir
al
servicio de Dios 11ucstro sefior i qui–
tarles su tierra i ponerla ckbajü de
la
real corona,
fué
necesario quitarles
totalmente
el
poder i mando
i
los bie–
nes, <;omo se los quitaron a fuerza de
anuas: i que mediante esto
i
haherlo
permitido Dios nuestro señor, nos
fué
posible sujetar este reino de tanta
multitud ele jcnte
i
riqueza
a
que
<le
señores los hicimos siervcs, tan
suj~tos como es notorio. Siendo nosotros
tan .pequeño número de españoles
como
entramos conquisthndolos; i
que entienda su majestad
católica
que
el
in tento que me mueve a hacer
esta i·elación es por
el
descargo de mi
conciencia i por hallarme culpado en
ello;
pues habemos convertido jente
de tanto gobierno, como eran estos
naturales 1 tan quitados de cometer
delitos, ni excesos ni exhórbitancias
a,si' hombres como mujeres, tnnto que