L
,
5395.-L'Arche d' Alliance dediée a
la
Princesse Royale Madame la Serenis–
sime Duchesse Electrice de Baviere.
Habeat Christianus Arcam Testamenti,
in qua·sint
Tabul~
legis, et in lege Dei
meditetur die ac nocte. Origen. homil. 9.
in Exod. A Brusselle, Chez Jean d'An·–
d enne , Imprimeur et Libraire Rue de la
Cour, au nom de Jes_us. 1696. Avec
Approbation. - Dos tomos en 8.º, de
216, 208 ps., s. las hs. p. n.
A.
P.
EL
P.
LUIS
DE LA
PUENTE.
Consta ya
p9r
la primera página del t exto,
donde se le llama: «l,,'Arche d'Alliance ou
Nouvel Abregé des Meditations du P. Du
Pont.. .. »-Véanse también Backer
(rr,
1627-
28) ySommervogel (v, 1942) ,quedes_s:ubren
la superchería del ex Jesuíta Juan Crisós–
tomo Bruslé de Montpleinchamp, que pu–
blicó como cosa suya, y con este título de
L'Arche d'Alliance,
una obra que hacía
tiempo corría ya con el título legítimo y
verdadero de « Nouvel Abregé des Medita–
tions du Pere Louis du Pont de la Com–
pagnie de Jesus, par le Pere .d'Orleans de la
mesme Compagnie.... ».
5396. - L'Echelle du Ciel ou Traité
de l'Oraison, Texte latin avec traduction
frarn.;:aise et commentaires tirés de Sua–
rez, par le chanoine F. Fuzet, Docteur
en Théol., Professeur aux Facultés ca–
tholiques de Lille. Imprimerie de
Saint-~
Augustin,Desclée,de Brouwer et C ie, Lil–
le; Bruges, 1880.-En 8.º, de x r-145 ps.
A. P.
EL
P .
FRANCISCO
SUAREZ.
Este « Suarez» es nuestro Dr. Eximiq,
el P . Francisco Suárez, como puede verse
en Sommervogel (vu, 1671).
5
397
.-La antigua civilización de las
Islas Filipinas: Por el P. Fr. Ramón Mar–
tínez Vigil. [Madrid], 1891.-En 4.º,
de 38 ps.
P.
EL
P.
PEDRO
CHIRINO.
«El P. CHIRINO.... dejó inédito un gran
códice histórico sobre Filipinas; códice que
utilizó, y así lo declara en la portada de su
obra, el P. COLÍN.... No sabemos por qué
artes, el códice de CmRrNo fué
á
dar en
manos del P. MARTÍNEZ VIGrL, obispo de
Oviedo: ello es que el señor Obispo para–
fraseó ciertos pasajes del códice, y com–
puso de esta suerte sus artículos,
igno~
rando que existía la obra de COLÍN, donde
esos mismos pasajes habían sidp ya, pero
honradamente, parafraseados. El Sr.
PA-•
TERNO, con mucha finura, acusó de plagiario
al P. MARTÍNEZ VIGIL,
á
quien le hubiera
traído más cuenta, para evitar el trance en
que se vió, declarar desde un principio que
lo
qu~
hacía no era más que recoger con–
ceptos, y copiarlos, de u n manuscrito de
qu e di sponía, dando el título y el nombre
del autor del man uscrito.... », dice R etana
en su
Apar.
Bi"bhogr.
(m,
II97.,
núm. 3024) ,
advirtiendo, de paso, que son «Ar tículos
extraídos de
La Espaiía M oderna,
donde